Según afirmó ayer en rueda de prensa la secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, la contratación de extranjeros en origen en el primer trimestre de 2009 se desplomó hasta los 6.947 contratos. Esta cifra contrasta con los 136.604 contratos totales con los que se cerró el ejercicio de 2008 y los cerca de 200.000 que hubo en 2007. Obviamente, las razones de este descenso cabe buscarlas en la crisis económica en la que estamos inmersos.
En este sentido, Consuelo Rumí, advirtió que “sólo se recurrirá a la contratación en origen cuando la demanda interna no pueda ser atendida». Sobre este asunto, apuntó que “en la actualidad sigue habiendo demanda incluso en empleos de baja cualificación’', entre los que destacó la vigilancia de seguridad, el almacenaje, los porteros, la geriatría y dependencia, el servicio doméstico, la electricidad, la informática, el personal sanitario y las energías renovables.
Por último, en el mismo informe se destacó el hecho de que la movilidad geográfica de los extranjeros fue casi cuatro veces superior a la de los españoles durante el año pasado. También los inmigrantes fueron mucho más flexibles que los autóctonos en cambiar de sector de actividad y de categoría profesional.